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Inhalar humo de tabaco es una de las principales causas por la que un individuo puede desarrollar algún tipo de enfermedad crónica como el cáncer
Fumar es una práctica tradicional que tiene sus orígenes desde varios años atrás, esta práctica representativa de muchas sociedades primitivas. Actualmente, se tiene conocimiento de que el tabaquismo, especialmente a temprana edad incrementa las probabilidades de padecer enfermedades como el cáncer.
Fumar es un hábito muy difícil de abandonar, ya que el tabaco contiene nicotina, una sustancia química muy adictiva, similar a otras drogas que generan dependencia. Según la página TeensHealth este hábito tiende a iniciarse por un tema de popularidad y presión social, pues algunas personas creen que fumar se ve bien, otros individuos adquieren el hábito por influencia de su círculo social más cercano, como la familia, los amigos o la pareja.
El cigarrillo es nocivo para la salud principalmente por sus componentes químicos, como la cianida o la nicotina, estos componentes son categorizados como elementos venenosos, es por eso que algunas personas cuando fuman por primera vez sienten algunos síntomas secundarios como dolor en la garganta, picazón o náuseas, estas reacciones son una defensa del cuerpo frente a sustancias nocivas como estas.
Cuando una persona fuma por un largo tiempo puede presentar varios tipos de complicaciones en su estado de salud como alguna enfermedad cardíaca, accidentes cardiovasculares, daño en los pulmones y una gran cantidad de diversos tipos de cáncer como el de pulmón, garganta, boca, estómago y vejiga.
Tabaquismo y su cercana relación con el cáncer
La inhalación de humo es el paso de un cuerpo extraño y contaminado hacia el organismo, es por eso que el cáncer se relaciona de una manera tan cercana con el mal hábito de fumar. Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades existen dos causas principales por las que se vincula al tabaquismo con una enfermedad crónica, estas son:
– Las sustancias químicas que presenta el cigarrillo: cuando una persona inhala el humo y lo introduce al organismo, es más complejo que se puedan eliminar las células cancerosas, por lo que esta acción incrementa el crecimiento de estas.
– El humo como una sustancia tóxica puede dañar el ADN de las células, lo que afectaría el control normal del crecimiento de las células y posteriormente se originaría un tumor canceroso.
Formas de prevenir el cáncer por tabaquismo
Dejar de fumar es la forma de prevención principal, cuando esta actividad se reduce, también disminuye el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. Es importante tener en cuenta que aquellos fumadores pasivos, es decir, que inhalan el humo del cigarrillo sin tener contacto directo con este, también pueden verse afectados con el pasar del tiempo.
Los beneficios de dejar de fumar pueden verse a lo largo del tiempo:
– Después de haber dejado de fumar por un tiempo de 5 a 10 años, los tipos de cáncer como de boca, garganta o laringe presentan una decadencia de riesgo del 50%.
– Luego de los 10 años de dejar de fumar se reduce el riesgo de presentar cáncer de vejiga, esófago o riñón.
– El riesgo de padecer de cáncer de pulmón se reduce a la mitad, cuando el paciente deja de fumar un aproximado de 10 a 15 años.
– Cuando una persona prolonga por más de 20 años dejar de fumar, evita en casi una igual proporción de no desarrollar cáncer como una persona que jamás ha desarrollado este mal hábito.
Es importante tener en cuenta que fumar es el factor de riesgo principal para que una persona desarrolle algún tipo de cáncer, es primordial crear conciencia en la población más joven ya que existe un gran incremento de fumadores activos que no tienen en cuenta que inhalar humo de tabaco puede ocasionar que el organismo se desgaste poco a poco.
