La importancia del sueño y su relación en pacientes oncológicos

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Descansar es un factor importante que favorece al organismo y la vitalidad del individuo

El ritmo de la vida conlleva a poseer varios síntomas como el cansancio y la depresión, sin embargo, descansar es una de las formas más efectivas para sobrellevarlos, es por eso que, según la página Cuídate Plus, dormir bien es tan importante como llevar una buena alimentación. Tener un buen o mal descanso afecta a una persona tanto física como mentalmente, cuando no se descansa de manera adecuada es posible sufrir consecuencias graves como daños cerebrales e incluso algunas enfermedades.

Importancia del sueño

Como se mencionó anteriormente dormir bien tiene una gran influencia a nivel físico, pues un descanso nocturno inadecuado provoca cansancio, somnolencia, disminución de atención y concentración, irritabilidad y finalmente lentitud de pensamiento. En el ámbito psicológico no dormir bien puede generar depresión y ansiedad.

Un sueño de calidad es aquel que es continuo, sin despertarse y sin fragmentación a lo largo de la noche. Es importante tener el concepto de que la cama es exclusivamente un lugar en cual se va a descansar, se deben evitar ciertos hábitos como ver televisión, comer o ciertas actividades de vigilia que puedan llegar a perjudicar el sueño, así se puede establecer una rutina de siesta que incluyan prácticas que favorezcan la conciliación y el mantenimiento del sueño.

Cuando se tienen dificultades para dormir los especialistas recomiendan salir de la cama por unos 15 a 20 minutos, ya que si se permanece despierto en el lugar de descanso no solo se incrementa la frustración y el nerviosismo de no poder descansar, sino también el cerebro aprende que en la cama se puede estar despierto y, por lo tanto, se amplifica el insomnio.

El sueño y su importancia en pacientes oncológicos

De acuerdo a la página Esperity los trastornos del sueño afectan entre al 30% y al 75% de los pacientes recién diagnosticados con cáncer o que están recibiendo tratamiento. Los estudios clínicos sobre el sueño y su relación con el cáncer concluye en que las principales alteraciones por parte de los pacientes oncológicos es su gran dificultad para poder conciliar el sueño y poder mantenerlo; esto suele venir acompañado con frecuentes y prolongados despertares nocturnos, estos padecimientos se presentan antes y durante los tratamientos de la enfermedad.

Estudios han afirmado que los malos hábitos del sueño pueden tener influencia en el riesgo de recurrencia del cáncer. Mientras se duerme, el cerebro produce una hormona denominada melatonina, una fuente estimulante del sistema inmune que cuenta con propiedades oncostáticas, lo cual puede impedir el riesgo de la progresión del cáncer y su desarrollo.

“Los pacientes necesitan tener tanta vitalidad y energía como sea posible para combatir el cáncer. Descansar permite al cuerpo relajarse y recuperarse. Cuando el cuerpo no descansa se estresa cada vez más, lo cual puede interferir con su capacidad para combatir el cáncer”, asegura el Dr. Altshuler, médico jefe del Laboratorio del Sueño en los Centros de Tratamiento del Cáncer de América (ACTC) en Tulsa.

Dormir adecuadamente no solo favorece a los pacientes que padecen de cáncer, sino que es una necesidad y una obligación para poder mantener el cuerpo sano. Dormir ocho horas diarias aumenta la vitalidad y es una herramienta esencial para inhibir diferentes tipos de padecimientos.

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