Dieta alta en vitaminas, una necesidad para el paciente oncológico

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Gracias a las propiedades vitamínicas de muchos alimentos es necesario que se incluyan en la dieta alimenticia durante y después del cáncer

Las vitaminas son sustancias que se encuentran en gran concentración en algunos alimentos y son necesarias para un correcto funcionamiento de los diferentes órganos internos, según la página Cuidate Plus las vitaminas se dividen en dos grupos:

Las hidrosolubles son aquellas vitaminas que se disuelven en el medio acuoso, en este grupo se encuentran las vitaminas de tipo B1, B2, B3, B6 y B12, estas se encuentran en un rango mínimo dentro del organismo es por eso que ingerir alimentos que tengan estas sustancias es ideal para el organismo. La actividad física provoca cambios metabólicos reduciendo los  niveles vitamínicos y los suplementos son una alternativa para estabilizar y reponer estas sustancias.

Las vitaminas liposolubles son aquellas sustancias que se encuentran almacenadas en tejidos y órganos, las vitaminas de este tipo son la A, D, E y K, estas no tienden a tener alguna alteración y son fáciles de absorber por parte del organismo, debido a su almacenación la única manera en que pueden alterarse es por medio de malos hábitos alimenticios, es necesario tener en cuenta que su alto o poco consumo pueden dar origen a enfermedades.

Tipos de vitaminas

Existen muchas vitaminas que cumplen roles y funciones diferentes ya sea en la activación de algunas funciones o en el fortalecimiento de las mismas, de acuerdo Medline plus las clases de vitaminas son:

  • Vitamina A: ayuda a la formación y mantenimiento óseo, así como tejidos blandos (membranas y piel).
  •   Vitamina C: es un antioxidante que favorece los dientes y las encías, ayudando a mantener estas zonas saludables. Esta vitamina ayuda al organismo a absorber hierro y a mantener el tejido saludable, es esencial también para la cicatrización de heridas.
  •   Vitamina D: esta vitamina se obtiene directamente de la luz solar, le ayuda al cuerpo a absorber el calcio y propicia un crecimiento y desarrollo adecuado del sistema óseo.
  •  Vitamina E: es un antioxidante, contribuye al cuerpo en la formación de glóbulos rojos y a la utilización de la vitamina K.
  •  Vitamina K: es muy necesaria porque sin ella la sangre no se solidificaría, algunos estudios afirman que es muy importante para la formación de los huesos.
  •  Vitamina B1 (tiamina): ayuda a las células a convertir los carbohidratos en energía, también es importante para el funcionamiento del corazón y las neuronas.
  •  Vitamina B2 ( rivoflabina): funciona en conjunto con las otras vitaminas del complejo B, es muy importante para el crecimiento corporal y la producción de glóbulos rojos.
  • Colina: ayuda en el correcto funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso, su ausencia puede generar afecciones en el hígado.
  • Carnitina: ayuda en el proceso de conversión de ácidos grasos en energía.

Alimentos que contienen vitaminas

Debido a algunas acciones o procesos metabólicos es necesario que toda persona, y en especial los pacientes oncológicos, complementen sus dietas con alimentos que puedan fortalecer el funcionamiento y la concentración de vitaminas, algunos de estos son:

  • Vitamina A: hígado, queso, zanahoria, verduras, albaricoque, caqui, melocotón y melón.
  • Vitamina B1: carne, yema de huevo, levadura. legumbres secas, cereales y frutos secos.
  • Vitamina B2: hígado, queso, carnes. leche, huevos y legumbres.
  • Vitamina B3: carnes, pescado, arroz, pan integral, setas frescas, dátiles, melocotones y almendras.
  • Vitamina B6: levadura, harina integral, huevos, hígado, pescado, frutos secos, papas, espinacas y legumbres.
  • Vitamina B12: hígado, riñones, huevo, pescado y queso.
  • Vitamina C: cítricos, papas, verduras e ingestas rojas.
  • Vitamina D: pescado, yema de huevo y  productos lácteos.
  • Vitamina E: aceite de semillas, espinaca, lechuga y verduras.
  • Vitamina K: espinacas, tomates, guisantes, hígado y huevos.

Es importante tener en cuenta que para los pacientes oncológicos una dieta alta en vitaminas los favorece para afrontar la enfermedad y fortalecer las funciones de los diferentes sistemas del organismo, además son un complemento para evitar efectos y complicaciones secundarias por los tratamientos y prevenir una incidencia en la enfermedad.

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